Aunque el gesto de bostezar es frecuente en muchas especies, el contagio del mismo sólo se había observado hasta ahora en dos: la nuestra, y la de los chimpancés. Ahora, según ha demostrado un estudio británico, los perros domésticos también participan del gesto de sus amos, cuando éstos abren la boca para mostrar aburrimiento o sueño. Así, de un total de 29 perros sometidos a estudio, al menos el 72 por ciento bostezaron poco después de observar como una persona lo hacía.
Era un hecho sobradamente conocido que los bostezos entre humanos son contagiosos, pero lo que no se sabía con certeza hasta la fecha, sin embargo, es que el mejor amigo del hombre experimentara las mismas ganas de imitar a sus compañeros-humanos. Según el mismo informe, esta conducta demuestra que los perros, además de tener capacidad para leer y entender los gestos humanos, son capaces de mostrar empatía ante ellos.
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