
"Oí unos gemidos que provenían de debajo de unos cascotes y al ir levantando logré ver una pata", comenta Julián, su salvador. Entonces, el hombre aceleró la búsqueda hasta llegar a 'Plata', a la que ahora le han cambiado el nombre los miembros de la protectora de animales donde se encuentra por 'Suerte'.
"Cuando la puse de pie la perra vomitó, tras llevar varias semanas vuelta boca arriba", indica.
La familia de Julián, amante de los animales, decidió cuidar de la perra unos días, "para que se recuperara", antes de llevarla a la sociedad protectora de animales. Una vez allí se procedió a leer el microchip, "que por suerte llevaba implantado", y se descubrió al dueño, "en principio un cazador al que le había regalado la perra hace poco otro cazador".
El Servicio de Protección de los Animales (Seprona) de la Guardia Civil española se encuentra investigando lo sucedido, ya que a los culpables les podría caer una multa o incluso una pena de cárcel de tres meses a un año.
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