Janine Bauer, una estudiante de medicina de 24 años, se encontraba visitando la casa de las fieras del zoológico de la ciudad de Halle, en Alemania, con su hijo de un año cuando justo en el momento en que los tigres recibían su ración de carne, se produjo el siguiente suceso: "Los pequeños bebés de tigre mordisqueaban también carne de un hueso cuando de repente uno de ellos se quedó sin aire y perdió el conocimiento", ha explicado Janine. Su cuidador reaccionó inmediatamente y consiguió sacar al bebé de tigre de la jaula esquivando a su madre, aunque no pudo extraerle el trozo de carne que se le había quedado atascado en la garganta y no le permitía respirar.
Testigo de lo que sucedía, la joven estudiante de medicina accedió al recinto de los cuidadores y actuó con rapidez al introducir sus finos dedos en las fauces del tigre y extraer un pedazo de carne de diez centímetros que impedía su respiración.
Al ver que el bebé de tigre no reaccionaba, Janine no dudó en realizar un masaje cardiaco e iniciar la respiración asistida con un boca a fauces, que consiguió devolver la vida al pequeño animal. "Fue como hacerle el boca a boca a un bebé. Duró entre cuatro y cinco interminables minutos, pero al final volvió a respirar".
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